Iglesia FLDS: ¿Qué es y Quiénes la Forman?

Este artículo trata sobre la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS), un grupo polígamo que se separó de la Iglesia Mormona a principios del siglo XX. Analizaremos sus orígenes, sus creencias centrales —en particular, la práctica de la poligamia como un mandamiento divino— y su estructura social, incluyendo el liderazgo profético y el sistema de matrimonios arreglados. También examinaremos las controversias legales y el escrutinio público que han rodeado a la FLDS debido a acusaciones de crímenes como la poligamia, abuso sexual infantil y violencia doméstica. Finalmente, diferenciaremos a la FLDS de otros grupos polígamos y contextualizaremos su posición dentro del panorama del mormonismo.

Índice

Orígenes y separación del mormonismo

La Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FLDS) surgió como una secuela directa del rechazo de la poligamia por parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona) a principios del siglo XX. Tras la promulgación de la Ley Edmunds-Tucker en 1887 y la presión social y legal continua contra la práctica polígama, la Iglesia Mormona, para asegurar su supervivencia y estatus legal, finalmente renunció oficialmente a la poligamia en 1890. Sin embargo, esta decisión no fue aceptada por todos los miembros. Un sector considerable, fiel a las enseñanzas de José Smith que consideraban la poligamia como un mandamiento divino, se resistió a abandonar esta práctica, dando origen a varias facciones fundamentalistas.

La FLDS se consolidó como una de las más prominentes entre estas facciones disidentes, manteniendo y defendiendo la poligamia como un principio central de su fe. Este cisma marcó una ruptura definitiva con la Iglesia Mormona, creando una nueva identidad religiosa con diferentes prácticas e interpretaciones doctrinales, a pesar de compartir algunos fundamentos teológicos comunes. La separación no fue un evento único, sino un proceso gradual y complejo que implicó disputas internas, luchas por el liderazgo y la formación de múltiples grupos polígamos, entre los cuales la FLDS logró establecerse como una de las más numerosas y organizadas.

Creencias y prácticas de la FLDS

La FLDS se centra en la creencia de que la poligamia, o el matrimonio plural, es un mandamiento divino esencial para la exaltación en el reino celestial. Esta práctica, prohibida por la ley en Estados Unidos, es el pilar de su estructura social y define muchos aspectos de la vida de sus miembros. La obediencia al profeta viviente, considerado un intermediario directo con Dios, es innegociable, afectando desde las decisiones matrimoniales –usualmente arregladas desde la infancia– hasta la ocupación laboral y la vida diaria. La comunidad está estructurada jerárquicamente, con una fuerte disciplina y control social, donde la sumisión a la autoridad es fundamental.

Las mujeres tienen roles definidos que priorizan la maternidad y el servicio al marido y la comunidad. La modestia en la vestimenta, un estilo de vida austero y la estricta separación de la cultura secular son elementos clave de la identidad FLDS. La educación formal suele ser limitada y centrada en la teología y las enseñanzas FLDS, reforzando la visión del mundo y los valores de la comunidad. La autosuficiencia económica, a menudo lograda mediante trabajos agrícolas o de construcción, y la cohesión social se promueven como esenciales para la supervivencia y la fortaleza espiritual del grupo. No obstante, este estilo de vida comunitario está intrínsecamente vinculado a las controversias legales y éticas que han rodeado a la FLDS.

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Liderazgo y estructura social

La FLDS se caracteriza por una estructura jerárquica rígida encabezada por un profeta autoproclamado que ostenta autoridad absoluta en asuntos espirituales y temporales. Este líder, históricamente, ha ejercido un control significativo sobre la vida de los miembros, dictando aspectos como las parejas matrimoniales, la asignación de trabajos y la disciplina comunitaria. La obediencia incondicional al profeta es fundamental en la ideología FLDS, reforzada por un sistema de consejeros y líderes locales que hacen cumplir las decisiones del líder supremo. Este sistema de autoridad centralizada ha facilitado la perpetuación de prácticas controvertidas y la supresión de disidencias.

La sociedad FLDS se organiza en comunidades relativamente aisladas, a menudo ubicadas en zonas rurales y remotas. Dentro de estas comunidades, la vida social gira en torno a la familia y la iglesia, con actividades y eventos centrados en la fe. Los matrimonios son tradicionalmente arreglados por los líderes religiosos, y la poligamia, vista como una bendición divina, es un elemento central de la estructura social. Esta práctica, combinada con la estructura de autoridad centralizada, ha resultado en un alto nivel de control social y limitada movilidad social individual. Las mujeres, en general, desempeñan roles subordinados dentro de la estructura familiar y comunitaria, aunque su papel en el mantenimiento de la comunidad es fundamental. La educación y la preparación profesional se encuentran subordinadas a la ideología religiosa y a las necesidades de la comunidad.

La poligamia en la FLDS

La poligamia en la FLDS es una práctica central y controvertida, considerada un sacramento y un requisito para la exaltación celestial. A diferencia de algunos otros grupos polígamos, la FLDS concentra el poder en un profeta que controla el acceso a las mujeres y asigna esposas a los hombres, usualmente en un sistema de matrimonios arreglados desde temprana edad. Este sistema jerárquico, en combinación con la creencia de que la obediencia al profeta es fundamental para la salvación, ha generado abusos generalizados, incluyendo el matrimonio forzado de menores y la explotación sexual. Las mujeres en la FLDS, en su mayoría, tienen poco o ningún control sobre sus vidas reproductivas y su posición social está directamente ligada a su sumisión al liderazgo masculino y a la práctica poligámica. La práctica, además, ha sido fuente de litigios constantes y condenas legales, resultando en la separación de familias y la persecución de sus miembros.

Controversias y acusaciones legales

Las prácticas polígamas de la FLDS han sido el foco principal de controversias legales y acusaciones. La poligamia, aunque considerada un sacramento central para sus miembros, es ilegal en Estados Unidos, resultando en múltiples procesos judiciales y redadas policiales en asentamientos FLDS a lo largo de los años. Estas operaciones han llevado al arresto de líderes religiosos y miembros por cargos relacionados con la poligamia, incluyendo matrimonio forzado y abuso sexual de menores.

Además de la poligamia, la FLDS ha enfrentado acusaciones de abuso infantil sistemático, incluyendo matrimonio infantil forzado y agresiones sexuales. Testimonios de ex miembros y las investigaciones gubernamentales han revelado patrones preocupantes de explotación sexual de menores, con niñas obligadas a casarse con hombres significativamente mayores. Estas acusaciones han generado una condena pública generalizada y han llevado a numerosas condenas judiciales contra individuos dentro de la FLDS. El control absoluto ejercido por la autoridad religiosa sobre la vida de los miembros, incluyendo el matrimonio y la educación, se ha identificado como un factor que facilita estos abusos. La falta de acceso externo a la justicia y la cultura del secretismo dentro de la comunidad FLDS dificultan la investigación y la búsqueda de justicia para las víctimas.

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Vida cotidiana y comunidad

La vida cotidiana en las comunidades FLDS gira en torno a la obediencia a la autoridad del profeta y a la estricta observancia de sus enseñanzas. La economía suele ser de subsistencia, con una fuerte dependencia del trabajo agrícola y de la autosuficiencia comunitaria. Los hombres trabajan en granjas o en negocios propiedad de la comunidad, mientras que las mujeres se dedican al cuidado del hogar y de la familia numerosa, con roles estrictamente definidos por género. La educación se imparte en escuelas controladas por la iglesia, con un currículum que enfatiza la historia y las creencias FLDS, limitando el acceso a información externa. Las interacciones sociales se limitan principalmente al entorno comunitario, con poco contacto con el mundo exterior. El ocio se centra en actividades grupales organizadas por la iglesia, dejando poco espacio para la individualidad o la expresión personal fuera del marco establecido. Los matrimonios son arreglados por el liderazgo religioso, con las mujeres casándose a menudo a una edad temprana. La vestimenta es modesta y tradicional, reflejando un estilo de vida que prioriza la sumisión y la uniformidad.

La FLDS en la actualidad

La FLDS enfrenta actualmente numerosos desafíos. El encarcelamiento de su líder ha generado una lucha interna por el poder y una incertidumbre sobre el futuro de la comunidad. La presión legal continúa, con investigaciones activas sobre prácticas potencialmente ilegales. Las comunidades FLDS están cada vez más aisladas y se enfrentan a la creciente estigmatización social y a la dificultad de acceder a servicios esenciales como la educación y la atención médica. Mientras algunos miembros buscan una vida más integrada con la sociedad, otros se aferran a las tradiciones y a la estructura jerárquica del grupo. Esta tensión interna representa una profunda transformación en el panorama de la FLDS, probablemente llevando a una fragmentación interna y a una redefinición de sus prácticas y estructura. El acceso a la información y el contacto con el mundo exterior también están cambiando sutil pero significativamente la dinámica interna.

Comparación con otros grupos polígamos

A diferencia de otros grupos polígamos, la FLDS se caracteriza por su estructura jerárquica altamente centralizada, gobernada por un único profeta que ejerce un control absoluto sobre la vida de sus miembros. Esta estructura de poder, contrastada con la organización más descentralizada de grupos como los Apostolic United Brethren (AUB), ha contribuido a la naturaleza más controvertida y susceptible de abuso de la FLDS. Mientras que los AUB presentan una mayor diversidad de prácticas y liderazgo, la FLDS se distingue por su uniformidad doctrinal y su estricto control social, lo que facilita la perpetración de prácticas ilegales. La FLDS también se diferencia significativamente en su enfoque en el linaje y la descendencia, con una fuerte énfasis en la pureza genética y la consanguinidad dentro de la comunidad, un aspecto que no se observa con la misma intensidad en otros grupos polígamos. Finalmente, el alcance y la sistematicidad del abuso sexual infantil, documentado extensamente en la FLDS, la diferencia marcadamente de la mayoría de las otras comunidades polígamas, incluso aquellas que también practican la poligamia.

Conclusión

La Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días representa una compleja y controvertida rama del mormonismo. Su férrea adhesión a la poligamia, a pesar de las consecuencias legales y sociales, define su identidad y la separa profundamente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La estructura jerárquica, con un profeta que ejerce un control absoluto, junto con las prácticas de matrimonios arreglados y la segregación social, contribuyen a un sistema vulnerable a abusos de poder y violaciones de derechos humanos.

La FLDS, a pesar de su relativamente pequeño número de miembros, ha generado un impacto desproporcionado debido a las controversias legales y éticas que la rodean. Su existencia desafía la comprensión de la religión, la familia y el Estado, planteando interrogantes sobre la libertad religiosa, la protección de menores y la aplicación de la ley en contextos culturales complejos. Comprender la FLDS requiere ir más allá de las etiquetas simplistas y reconocer la interacción entre sus creencias religiosas, su estructura social y las consecuencias legales de sus prácticas. El futuro de la FLDS permanece incierto, pero su legado como un estudio de caso sobre el conflicto entre fe, ley y derechos humanos seguirá siendo objeto de debate y análisis.

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